Caraz, Áncash. – Un nuevo hecho que evidencia la imprudencia al volante ocurrió la tarde del domingo 13 de abril del presente año, a la salida sur de la ciudad de Caraz. Un menor de apenas 8 años fue atropellado por un automóvil cuyo conductor habría estado operando su celular mientras conducía, según versiones recogidas en el lugar.

El niño fue trasladado por el propio conductor hasta el hospital de Carhuaz, donde fue atendido de emergencia. Los médicos confirmaron que el menor presentaba hematomas en diversas partes del cuerpo, pero se encontraba fuera de peligro.

Sin embargo, lejos de asumir su responsabilidad, el conductor abandonó el hospital sin dar parte a la Policía. Tras ser alertados, agentes de la Comisaría de Huaraz montaron un operativo cerco y lograron su ubicación en la provincia de Yungay.

El sujeto fue intervenido por la Policía de esa jurisdicción y trasladado a la Comisaría de Carhuaz para el inicio de las acciones legales. De manera extraoficial, se supo que el implicado argumentó desconocer los procedimientos en caso de accidentes de tránsito, razón por la cual decidió retirarse al ver que el menor estaba consciente.

Ahora deberá afrontar dos investigaciones: una por el atropello, y otra más grave por abandono de persona en peligro, al no informar a las autoridades ni permanecer en el lugar para el levantamiento del acta correspondiente del hecho ocurrido en la vía Carhuaz–Huaraz.

Según cifras nacionales, entre las principales causas de accidentes de tránsito figuran el uso del celular mientras se conduce y el exceso de velocidad, prácticas que continúan cobrando víctimas, especialmente entre los más vulnerables.