Sihuas. La paciencia llegó a su límite en el centro poblado de Chingalpo. Decenas de pobladores realizaron un plantón frente a la Municipalidad Distrital para exigir al alcalde Pablo Murillo el cumplimiento de sus compromisos. En medio de la protesta, un grupo de hombres y mujeres colocaron una pollera al burgomaestre como símbolo de humillación y repudio a su gestión.

La singular acción fue acompañada de arengas y pancartas, expresando el creciente malestar de la población, que acusa a la autoridad de una administración ineficiente y distante de las verdaderas necesidades del distrito.

“El alcalde no escucha, no cumple, y no da la cara. Esta protesta no es un capricho, es el resultado de años de abandono al pueblo”, manifestó una dirigente comunal durante la manifestación.